Desafío personal que trascendió límites atléticos
Hugo Farias, un ciudadano brasileño de 45 años, logró un hito deportivo al completar 366 maratones consecutivos durante 366 días. Este ambicioso proyecto implicó dejar atrás su carrera profesional en el sector privado, donde había trabajado por más de dos décadas como gerente ejecutivo en tecnología, para enfocarse exclusivamente en este desafío físico.
Inspiración y preparación para el reto
El deportista confesó públicamente que su decisión surgió de una reflexión profunda sobre su vida: “Un día me paré a pensar: ¿Esto es todo? ¿Voy a repetir este ciclo durante 35 o 40 años?“. Inspirado por el navegante Amir Klink, quien cruzó el Atlántico en 1984, Farias decidió trazar un nuevo camino personal basado en el esfuerzo físico y el espíritu de superación.
Inicialmente, el atleta solo había corrido un maratón en su vida. Su preparación duró ocho meses, período en el que conformó un equipo multidisciplinario integrado por médicos, entrenadores, fisioterapeutas y un psicólogo. Entre los colaboradores destacó el Instituto del Corazón (InCor), que se encargó de monitorear su estado cardiovascular durante la prueba.
Detalles del récord conseguido
El 28 de agosto de 2023, Hugo Farias culminó su última carrera, habiendo acumulado 15,569 kilómetros recorridos en aproximadamente 1,590 horas. Esta hazaña le permitió ingresar al Libro Guinness de los Récords como el deportista con más maratones consecutivos en un año, superando el récord anterior establecido en 2011 por el belga Stefaan Engels, quien había completado 365 maratones en un año.
Estudio médico sobre el impacto cardíaco
El reto se convirtió en un estudio clínico único sobre la adaptación del corazón humano ante cargas deportivas extremas, coordinado por la cardióloga Maria Janieire Alves del Instituto del Corazón de Brasil. El seguimiento incluyó pruebas mensuales de ergoespirometría, ecocardiogramas trimestrales y análisis regulares de marcadores sanguíneos.
Según el informe publicado en la revista Arquivos Brasileiros de Cardiologia, no se detectaron alteraciones en los niveles de troponina ni signos de remodelación patológica del corazón. La investigadora explicó: “Era un proyecto innovador, sin precedentes. Por eso fue necesario pasar por un comité de ética y seguir protocolos rigurosos de evaluación médica.”
Revelaciones científicas y advertencias médicas
El cardiólogo deportivo Filippo Savioli destacó que el corazón del atleta mostró adaptaciones cardiovasculares fisiológicas y no patológicas. Mencionó que Farias mantuvo una frecuencia cardíaca promedio de 140 latidos por minuto, dentro de una zona segura (70% a 80% de su frecuencia máxima estimada).
Savioli advirtió que “si el reto se hubiera realizado a alta intensidad, los resultados podrían haber sido distintos. El esfuerzo sostenido y excesivo puede favorecer la aparición de arritmias o fibrosis cardíaca.” Sin embargo, el estudio confirma que el corazón entrenado, con supervisión médica adecuada, puede tolerar cargas excepcionales sin daños estructurales.