Un estudio reciente presenta un completo análisis sobre la composición actual de la matriz energética mexicana y los principales desafíos que enfrenta el país para implementar una transición hacia un modelo energético más sostenible. La información estadística utilizada en este análisis proviene principalmente de los Balances Nacionales de Energía publicados anualmente por la Secretaría de Energía.
Composición Actual De La Matriz Energética
En 2023, los combustibles fósiles representaron el 85% de la producción energética total y el 88% de la oferta interna bruta. Durante ese año, México produjo 8,000 PJ (petajoules) de energía, con una oferta interna bruta de 9,700 PJ. El 67% de la producción energética se destinó al consumo interno, mientras que el 33% restante fue exportado. La energía producida internamente cubrió el 53% de la demanda, mientras que el 47% faltante provino de importaciones.
De la oferta interna bruta, el 45% correspondió a gas natural y gas seco importados, mientras que el 38% provino de crudo, condensados y combustibles líquidos importados. En el periodo de análisis (2012-2023), la producción de energías limpias aumentó 115%, en contraste con una disminución del 33% en la producción de energías fósiles. La producción de petróleo crudo disminuyó un 34%, mientras que la de gas natural cayó un 12%.
Avances En Energías Renovables
El mayor crecimiento en energías limpias se registró en los últimos tres años, con incrementos significativos en diferentes fuentes renovables: energía solar 400%, energía eólica 200% y energía hidráulica 125%. La energía nuclear también mostró un crecimiento del 40% en este periodo. A pesar de estos avances, la participación de las energías limpias (nuclear y renovables) en la oferta energética pasó del 5% al 10% entre 2012 y 2023, lo que indica que aún hay un largo camino por recorrer.
Dependencia Del Gas Natural Importado
La dependencia del gas natural importado representa un riesgo significativo para la seguridad energética del país. En 2024, la oferta interna de energía fósil alcanzó los 8,550 JG. El sector eléctrico consume el 65% del gas seco, seguido por Pemex con el 22% y la industria con el 12%. Del gas seco utilizado por la CFE y la industria, el 90% proviene de importaciones, principalmente de Estados Unidos.
“Por la alta dependencia que tiene nuestra matriz energética respecto al gas natural importado y por provenir de un solo país, de los EE.UU., el gas natural es el único combustible que, en las condiciones actuales, puede poner en riesgo tanto la seguridad energética como la soberanía energética del país.”
Principales Desafíos Sectoriales
El análisis identifica varias áreas clave donde se deben enfocar las políticas públicas para lograr una transición energética exitosa:
- Producción de hidrocarburos: El consumo de gas natural en operaciones propias de Pemex aumentó del 33% al 36% entre 2012 y 2023, mientras que la quema de gas a la atmósfera creció del 2% al 18%. El porcentaje de energía consumida por unidad de energía producida subió del 9.7% al 12.5%, por encima del promedio estadounidense (8-10%).
- Refinación de petróleo: Este sector consume el 27% de la energía primaria procesada, muy por encima del 7-15% en refinerías estadounidenses. La producción de productos de alto valor (gasolina, turbosina y diésel) disminuyó del 66% al 51%, mientras que la de productos de bajo valor (coque, combustóleo) subió del 28% al 39%.
- Generación eléctrica: Aunque la participación de energías limpias creció del 16% al 24%, la dependencia del gas natural aumentó del 48% al 64%. Sin medidas específicas, esta dependencia continuará creciendo.
- Transporte: El 85% de la demanda de combustibles líquidos proviene de este sector, lo que hace esencial su electrificación para reducir el consumo de derivados del petróleo.
Propuestas Para La Transición Energética
El documento presenta varias propuestas concretas para enfrentar estos desafíos:
- En la producción y procesamiento de hidrocarburos: Reducir la quema de gas, mejorar la eficiencia del uso del gas natural, incrementar la producción de gas no asociado, instalar plantas de rechazo de nitrógeno, modernizar plantas criogénicas, y revitalizar la industria petroquímica.
- En la generación eléctrica: Reemplazar centrales de carbón y combustóleo con tecnología de ciclo combinado, aumentar la generación con fuentes renovables (eólica y solar), retomar proyectos hidroeléctricos y geotérmicos, y reiniciar programas de construcción de centrales nucleares.
- En el transporte: Implementar un programa nacional de transporte masivo, acelerar la transición a vehículos eléctricos e híbridos, e impulsar el uso de gas natural y eventualmente hidrógeno verde en transporte pesado.
Visión De Largo Plazo
El estudio concluye que es fundamental contar con un Plan Nacional de Transición Energética que establezca una visión de largo plazo, identifique metas claras y contemple estrategias para aumentar la eficiencia en toda la cadena energética. “Se considera indispensable contar con un Plan Nacional de Transición Energética que contemple una visión de largo plazo, establezca las metas a alcanzar para transitar hacia una matriz energética sustentable e identifique las acciones necesarias para incrementar la eficiencia en las operaciones de producción de hidrocarburos, de refinación de petróleo y de procesamiento de gas natural.”