El fundador de una institución destinada al cuidado de menores en Haití fue sentenciado a una pena de 210 años de prisión por cometer abusos sexuales contra niños albergados en dicho centro. La condena, emitida el 23 de mayo por un tribunal federal estadounidense, abarca hechos registrados entre 2005 y 2010, según informó la oficina de justicia correspondiente.
Perfil del condenado y su labor en Haití
Michael Karl Geilenfeld, de 73 años con domicilio en Colorado, creó en 1985 el Hogar de Niños San José en Puerto Príncipe, Haití. Durante más de dos décadas dirigió esta institución dedicada a albergar a menores en situación vulnerable, pero aprovechó su posición de autoridad para cometer abusos físicos, sexuales y emocionales contra varios de los niños bajo su cuidado.
Según la Fiscalía, el acusado utilizó su prestigio como trabajador humanitario para ocultar sus acciones delictivas, manteniendo una fachada de respetabilidad mientras ejercía control sobre los menores. El Departamento de Justicia indicó que las víctimas, todas menores de edad en el momento de los hechos, fueron sometidas a tácticas de manipulación para evitar que denunciaran los abusos.
Delitos y sentencia judicial
El 27 de febrero de 2025, un jurado federal declaró culpable a Geilenfeld de un cargo por viajar al extranjero con fines de conducta sexual ilícita y seis cargos adicionales por abusos sexuales cometidos fuera del territorio estadounidense. Los delitos involucraron a seis víctimas distintas durante el período señalado.
Durante el juicio, testigos y sobrevivientes describieron con detalle los métodos utilizados por el acusado, incluyendo una situación en la que un menor de 12 años fue llevado a una habitación con el pretexto de enseñarle una oración, para luego ser besado y tocado en sus partes íntimas. El testimonio indicó que el acusado amenazó al menor con represalias si revelaba lo ocurrido.
Evidencia y proceso de investigación
Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) encontraron fotografías de menores en posesión de Geilenfeld durante un control en el Aeropuerto Internacional de Miami en 2019. Las autoridades señalaron que estas imágenes podrían haber sido utilizadas para intimidar a posibles testigos.
El caso, investigado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y Homeland Security Investigations (HSI), incluyó testimonios de antiguos residentes del orfanato y evidencia física recopilada a lo largo de varios años. La Fiscalía también presentó información sobre actividades del acusado en Haití hasta 2014 y una institución que supuestamente estableció posteriormente en República Dominicana.
Reacciones de las autoridades
Matthew Galeotti, jefe de la División Penal del Departamento de Justicia, expresó:
“La conducta sostenida de abuso sexual, físico y emocional contra algunos de los niños más vulnerables del mundo es intolerable”
. Destacó el compromiso del gobierno estadounidense con la persecución de ciudadanos que cometen delitos contra menores en el extranjero.
José A. Perez, subdirector de la División de Investigaciones Criminales del FBI, señaló que
“utilizó su posición de confianza para explotar a menores bajo el pretexto de una labor humanitaria”
, reconociendo la valentía de las víctimas al testificar durante el proceso judicial.
Procedimiento y situación actual
El caso formó parte del programa federal Project Safe Childhood, iniciativa lanzada en 2006 para combatir la explotación infantil. El equipo fiscal estuvo integrado por Jessica L. Urban, Eduardo Palomo y Lacee Monk, quienes trabajaron en coordinación con instancias nacionales e internacionales.
Hasta la fecha no se ha confirmado si la defensa presentará apelación. Geilenfeld permanece bajo custodia federal tras la imposición de la sentencia máxima.