Música que retrata realidades violentas
El género de la música regional mexicana ha logrado posicionarse como uno de los favoritos entre el público, con artistas que narran en sus letras historias profundamente arraigadas a la cultura y la sociedad. Sin embargo, detrás del éxito hay una sombra oscura: varios cantantes han perdido la vida en medio de la violencia, en circunstancias que sugieren la participación de organizaciones criminales.
Entre los nombres más destacados del género en la actualidad están Peso Pluma, Grupo Firme, Pepe Aguilar y Christian Nodal, cuyas trayectorias han trascendido fronteras. Pero no todos han tenido un camino libre de peligros. Algunos de sus colegas han sido víctimas de los vínculos entre la música y el mundo del narcotráfico, ya sea por sus letras, conexiones o casualidades fatales.
El legado truncado de Chalino Sánchez
Uno de los primeros casos que marcó al género fue el de Chalino Sánchez, conocido como el ‘Rey del Corrido’. Fue baleado el 16 de mayo de 1992 tras ofrecer un concierto en Culiacán, Sinaloa. Su cuerpo fue hallado en un canal de riego cerca de la Carretera Federal Mexicana, luego de que fuera escoltado por individuos que supuestamente eran policías.
El caso sigue sin resolverse, aunque se especula que fue amenazado durante su última presentación para que no cantara, algo que ignoró. Varias versiones apuntan a que su muerte fue consecuencia de enfrentamientos entre grupos del crimen organizado.
Valentín Elizalde: una vida truncada tras un concierto
El 25 de noviembre de 2006, Valentín Elizalde, de 27 años, fue asesinado después de actuar en el palenque de la Expo Feria Reynosa, en Tamaulipas. Mientras se trasladaba en una camioneta con su equipo, fue interceptado por dos vehículos que se le cerraron en seco.
Un grupo armado descendió y abrió fuego con rifles AK-47 y AR-15, disparando más de 60 veces contra la camioneta. Valentín falleció al instante, alcanzado por múltiples impactos de bala. Las autoridades señalaron que el atentado fue orquestado por Jaime González Durán, alias ‘El Hummer’, líder del cártel de Los Zetas.
El cruel destino de Sergio Gómez y Sergio Vega
Otro caso que conmocionó al mundo musical fue el de Sergio Gómez, vocalista de K-Paz de la Sierra, asesinado en Michoacán en 2007. Su cuerpo apareció con señales de tortura y estrangulamiento, y aunque no se confirmó oficialmente, se cree que su muerte está relacionada con ‘La Familia Michoacana’.
Algunas versiones apuntan a que fue víctima de Nazario Moreno González, alias ‘El Chayo’, por un supuesto concierto que ofreció para Los Zetas. Por otro lado, Sergio Vega, conocido como ‘El Shaka’, fue asesinado en Sinaloa en 2010, apenas horas después de declarar que no había recibido amenazas. Fue atacado en al menos 30 ocasiones mientras se dirigía a una presentación en la feria de Alhuel.
La masacre de El Kombo Kolombia
En uno de los episodios más sangrientos, 17 integrantes de El Kombo Kolombia fueron asesinados en el municipio de Mina, en Nuevo León. Según las primeras investigaciones, la banda solía tocar en eventos organizados por grupos criminales que los patrocinaban. Meses después, se detuvo a Édgar Alberto de la Garza Treviño, presunto reclutador del cártel de Los Zetas, acusado de vigilar la carretera durante el operativo donde fueron abatidos los músicos.