Le Thi Ly, residente de la aldea de Nhu Phuong Thuong en la comuna de Long Hung (Van Giang), ha destacado como una figura clave en la donación voluntaria de sangre en Hung Yen, Vietnam, con un total de 49 donaciones de sangre y plaquetas. Su labor la ha posicionado entre las 100 donantes más destacadas del país, recibiendo un Certificado al Mérito del Comité Ejecutivo Central.

Primeros Pasos en la Donación

En 2008, a los 19 años, Ly participó en su primera donación mientras era Secretaria de la Unión de Jóvenes de su aldea. Inicialmente insegura, decidió continuar tras verificar su bienestar: “Primer tiempo he donado sangre. Estaba un poco preocupada, pero después de informarme bien, me sentí más segura y confiada. Entonces, al ver que mi salud seguía bien, pensé: ‘¿Por qué no sigo ayudando a la gente?’.” Hasta la fecha, ha realizado 14 donaciones de sangre.

Transición a la Donación de Plaquetas

Desde 2023, Ly se enfocó en donar plaquetas, un proceso más exigente que requiere un peso mínimo de 50 kg y una dieta controlada. A pesar de las dificultades, acude cada 21 días al Instituto Central de Hematología y Transfusión Sanguínea, acumulando 35 donaciones de este tipo. “Diariamente, debe comer con moderación para asegurar la calidad de sus plaquetas”, destacó sobre sus compromisos.

Influencia en la Comunidad

Su impacto trasciende lo individual, ya que ha motivado a familiares y vecinos a unirse a la causa. Su madre y hermana han donado 7 y 9 veces, respectivamente, mientras que ha conectado a más de 800 voluntarios. Como vicepresidenta del Club de donación de sangre de Hung Yen, lidera un grupo de 150 miembros, 40 de ellos donantes regulares de plaquetas.

Compromiso Más Allá de la Vida

En 2019, Ly se registró para donar órganos y tejidos post mortem, y recientemente amplió su compromiso incluyendo su cuerpo para investigación médica. “Esta acción no solo continúa con el espíritu de compartir, sino que también demuestra una profunda visión humanitaria”, resaltó su decisión.

Reconocimientos y Legado

Entre sus distinciones, destaca su inclusión en la lista de los 100 donantes voluntarios más destacados en 2025, homenajeados en Hanói el 5 de junio. Su historia simboliza el espíritu comunitario y la generosidad, convirtiéndose en un referente nacional.

Guardianes del mar: Conservación en movimiento

En las costas de Cancún, se ha alcanzado una importante meta en la preservación de tortugas marinas al salvaguardar más de 2,500 huevos durante el inicio de la temporada de anidación. Este logro forma parte de un esfuerzo integral destinado a resguardar la riqueza ecológica del ecosistema marino.

Un balance alentador

Las autoridades locales han reportado que, hasta ahora, se han contabilizado 7,346 nidos en la región. Este número se traduce en aproximadamente 969,240 huevos protegidos, de los cuales ya han emergido 942,441 pequeñas crías que han sido liberadas hacia el océano. Estos datos evidencian el impacto positivo de las acciones de conservación en curso.

Alianza entre gobierno y turismo

El éxito de este proyecto depende de la sinergia entre el municipio de Benito Juárez y los establecimientos hoteleros de la zona. Juntos, han diseñado estrategias para garantizar el desarrollo seguro de las tortugas, desde la puesta de huevos hasta la llegada al mar.

Medidas clave para una protección integral

Entre las estrategias implementadas figuran el monitoreo constante de los nidos, la instalación de estructuras protectoras y la ejecución de talleres educativos dirigidos a visitantes y habitantes. Estos pasos buscan mitigar los riesgos derivados de actividades humanas, tales como la contaminación y la alteración de los hábitats naturales.

Un futuro sostenible

Además de proteger a las tortugas, estas acciones posicionan a Cancún como un referente en turismo responsable y sostenible. La temporada de anidación, que lleva un mes en marcha, seguirá siendo observada con detenimiento para garantizar que las nuevas generaciones de tortugas tengan el mejor comienzo posible. La sociedad local espera que estos esfuerzos inspiren una mayor conciencia sobre la necesidad de cuidar los recursos naturales.

El Papa León XIV pronunció un discurso el 7 de junio a los asistentes del simposio “Nicea y la Iglesia del Tercer Milenio” celebrado en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino en Roma, donde hizo un llamado a fortalecer los lazos entre las iglesias católica y ortodoxa.

Conmemoración del Concilio de Nicea

El Papa destacó la relevancia histórica del Concilio de Nicea, que se conmemorará en 2025 por su 1.700 aniversario. Este concilio, convocado por el emperador Constantino I en el año 325 d.C., sentó las bases doctrinales del cristianismo, incluyendo la divinidad de Cristo y la redacción del Credo Niceno.

“El Concilio de Nicea no es simplemente un acontecimiento del pasado, sino una brújula que debe seguir guiándonos hacia la plena unidad visible de todos los cristianos”, manifestó el Pontífice.

Unidad cristiana como mandato divino

Durante su alocución, León XIV enfatizó que la unificación de los cristianos no depende exclusivamente de esfuerzos humanos, sino que es un don que proviene del Espíritu Santo. “La unidad que anhelamos los cristianos no será principalmente fruto de nuestros propios esfuerzos”, aseguró, “ni se logrará mediante ningún modelo o plan preconcebido”.

El Papa reiteró que los elementos comunes entre ambas confesiones superan ampliamente las diferencias, destacando la creencia compartida en el Dios Trino, la divinidad de Cristo y la salvación a través de Jesucristo según las Escrituras.

Desafíos ecuménicos actuales

Entre los temas abordados, el Papa señaló tres cuestiones cruciales: la fe establecida en Nicea, la sinodalidad y la determinación de la fecha de la Pascua. Respecto a esta última, expresó su preocupación por la división generada entre comunidades cristianas debido a las diferencias en los calendarios litúrgicos.

“Lamentablemente, las diferencias en sus calendarios ya no permiten a los cristianos celebrar juntos la fiesta más importante del año litúrgico, lo que causa problemas pastorales en las comunidades, divide a las familias y debilita la credibilidad de nuestro testimonio del Evangelio”, señaló.

El Papa mostró su disposición a buscar soluciones que permitan una celebración común de la Resurrección, afirmando que “la Iglesia católica está abierta a la búsqueda de una solución ecuménica que favorezca la celebración común de la Resurrección del Señor”.

Origen del enfoque sinodal

El Papa destacó que el Concilio de Nicea marcó el inicio del camino sinodal en la Iglesia, lo cual representa una herramienta fundamental para abordar cuestiones teológicas y canónicas de manera colegiada. Manifestó su deseo de que la conmemoración conjunta del aniversario sea un impulso para fortalecer la confesión común de fe y desarrollar formas de colaboración entre todas las tradiciones cristianas.

Al concluir su intervención, León XIV invitó a los presentes a orar por la unidad cristiana utilizando una oración proveniente de la tradición oriental.