El adiós sonoro de una banda legendaria
Con motivo de su trigésimo aniversario, se revisita la génesis de “Sueño Stereo”, el último trabajo discográfico de Soda Stereo. El disco representa tanto el cierre de una etapa como el testimonio de una transformación artística, nacido en medio de desafíos internos y emocionales.
Entre tensiones creativas y tragedias personales
La banda argentina enfrentaba una encrucijada interna cuando inició la producción del álbum. Gustavo Cerati, líder del grupo, describió la dinámica como una separación tanto personal como musical. A pesar de ello, el proyecto se consolidó como un intento por demostrar que el trío aún podía crear de manera conjunta. La pérdida de un hijo por parte de Zeta Bosio en 1994 profundizó las heridas existentes, pero también redefinió la esencia del disco, convirtiéndolo en un proceso terapéutico y creativo.
La génesis del sonido y la influencia de “Amor Amarillo”
El exilio creativo de Cerati en Chile durante 1993 dio lugar a su álbum solista “Amor Amarillo”, el cual influyó directamente en la dirección musical de “Sueño Stereo”. Esta producción no fue vista como un distanciamiento de Soda Stereo, sino como una incubadora de ideas. La colaboración de Zeta Bosio en la producción de dicho disco permitió el intercambio de nuevas texturas y atmósferas que luego se reflejarían en el último trabajo del trío.
El proceso de grabación: Buenos Aires y Londres
Las sesiones iniciales se llevaron a cabo en los estudios Supersónico de Buenos Aires, lugar donde se desarrollaron largas improvisaciones que dieron forma a varias de las canciones. Una de las más emblemáticas, “Disco Eterno”, surgió de una improvisación que fue reutilizada en fragmentos. Posteriormente, la banda viajó a Londres para la etapa final de grabación en Matrix Studios, un espacio reconocido por su historia con artistas como The Cure y Massive Attack. Allí, bajo la producción de Clive Goddard, se perfeccionó el sonido del álbum.
Las canciones que definieron una era
De las piezas que conforman el disco, algunas destacaron por su relevancia artística y comercial. “Ella usó mi cabeza como un revólver” fue elegida como primer sencillo pese a las dudas iniciales, mientras que “Zoom” se convirtió en un éxito radial. “Paseando por Roma” mostró la influencia de The Beatles en la banda, y “Efecto Doppler” reflejó el legado del post-punk británico.
La suite final: un viaje conceptual
El cierre del álbum está conformado por una secuencia de cuatro canciones interconectadas que exploran territorios experimentales. “Crema de estrellas”, “Planta”, “X-Playo” y “Moiré” forman una suite que fusiona rock progresivo, música ambient y electrónica. Esta sección refleja no solo la madurez artística del grupo, sino también el inicio de la carrera solista de Cerati, cuyo estilo posterior se anticipa en estas composiciones.
Legado de una obra maestra
Lanzado en junio de 1995, el álbum alcanzó rápidamente el estatus de platino en Argentina y se consolidó como un hito del rock latinoamericano. Considerado por muchos como el mejor trabajo de la banda, “Sueño Stereo” no solo marcó el final de Soda Stereo, sino también la culminación de una trayectoria artística que continúa influyendo en generaciones posteriores. Como dijo Cerati:
“Fue uno de los discos más innovativos dentro de nuestra carrera, sin habérselo propuesto”
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