Un episodio singular en la historia del tenis mundial
El torneo de Roland Garros registró hace 45 años una situación inusual que involucró a Guillermo Vilas y Manolo Orantes. Esta historia, recordada especialmente por españoles y argentinos, se desarrolló durante una de las etapas más destacadas de la carrera del tenista argentino.
Antecedentes de Vilas en tierra francesa
En 1980, Vilas llegaba a París con un palmarés importante: campeón reciente en Roma y en la Copa de las Naciones, además de haber disputado finales en Montecarlo y Hamburgo. El marplatense, ubicado en el cuarto lugar del ranking mundial, tenía en Roland Garros uno de sus Grand Slams más exitosos, donde ya había obtenido títulos y participaciones destacadas en los últimos años.
El polémico partido de octavos de final
El 2 de junio, fecha en que se desarrollaban los octavos de final, Vilas no se presentó a su encuentro contra Manolo Orantes. Según su entrenador Ion Tiriac, el argentino atravesaba problemas estomacales que le impedían jugar. El supervisor del torneo, Dick Robertson, declaró el partido ganado por walkover a favor de Orantes, al no presentarse Vilas dentro del plazo reglamentario de 15 minutos.
Intento de reprogramación y controversia
Tras conocerse la decisión, Tiriac solicitó al director del torneo, Christian Duxin, y al árbitro Jacques Dorfmann la posibilidad de reprogramar el encuentro. Se logró un breve margen que fijó el partido para las 15:30 horas del mismo día, aunque Orantes aseguró no haber sido informado de este cambio. El español consideraba que tenía derecho al avance automático al no presentarse su rival en el horario original.
Intervención de la máxima autoridad del tenis francés
El dirigente Philippe Chatrier, figura clave en la organización del torneo, se involucró directamente en el conflicto. Chatrier intentó convencer a Orantes de aceptar la postergación del partido, asegurando que las decisiones en Roland Garros dependían exclusivamente de la organización francesa. La tensión entre las partes aumentó cuando se convocó a una conferencia de prensa para aclarar la situación.
El director del torneo justifica la decisión
En rueda de prensa, Duxin, respaldado por Chatrier, anunció que el partido se jugaría el día siguiente alegando errores en la comunicación. “Pero no podemos descalificar a nadie”, afirmó el director del certamen, quien reconoció las fallas en la transmisión de información tanto a Vilas como a Orantes.
Posición firme del jugador español
Manolo Orantes expresó públicamente que no cuestionaba las reglas, pero exigía su cumplimiento estricto. “Jugaré si me demuestran que estoy en un error”, sentenció el español, quien buscó apoyo entre otros jugadores. La Federación Francesa de Tenis, con Chatrier a la cabeza, mantuvo su postura contraria a las demandas del tenista.
Enfrentamiento institucional y posibles boicots
La situación escaló a niveles institucionales cuando algunos jugadores consideraron boicotear el torneo. Harold Solomon amenazó con no presentarse si no se le otorgaba el partido a Orantes. Jimmy Connors, con tono irónico, recordó públicamente que “un jugador es descalificado si no se presenta dentro de los 15 minutos reglamentarios”.
Resolución final del conflicto
El 3 de junio, Orantes reiteró su decisión de no jugar y no se presentó en la Cancha 1, ahora fijada a las 13:15 horas. Esta ausencia provocó que Dorfmann y el juez Wiart declararan un nuevo walkover, esta vez a favor de Vilas, permitiéndole avanzar a cuartos de final.
Consecuencias legales y deportivas
El conflicto judicial continuó después del torneo, cuando Orantes presentó una querella contra la Federación Francesa de Tenis. Meses más tarde, la justicia le dio la razón al español y le otorgó una indemnización. Por su parte, Vilas, aún con molestias físicas, cayó en semifinales ante Harold Solomon y posteriormente fue operado de apendicitis en París.