Huelga masiva en el sector eléctrico caribeño
Los trabajadores de Afinia, filial del Grupo EPM en la Costa Caribe, se encuentran en un punto crítico de conflicto laboral. Más de 4,000 empleados afiliados a Sintraelecol, el Sindicato del sector Eléctrico, anunciaron una huelga indefinida a partir de la primera semana de junio. La protesta responde a la percepción de una prolongada violación de derechos laborales por parte de la empresa.
La medida surge tras meses de negociaciones infructuosas entre representantes sindicales y la dirección de la empresa, liderada por el gerente general Ricardo Arango. Los puntos principales de desacuerdo giran en torno a la formalización de los empleados tercerizados y la mejora de los beneficios económicos.
“Existe una tendencia sostenida hacia la precarización del empleo, manifestada en la falta de estabilidad, la negativa a reconocer derechos convencionales y la persistencia de un modelo de tercerización que afecta a más de 6,000 trabajadores”, advirtieron desde el sindicato.
Impacto en la operación eléctrica
El cese de actividades afectará significativamente la operación de Afinia en varias regiones del Caribe. Córdoba, Sucre, Cesar y Magangué en Bolívar serán los puntos más afectados. La empresa no ha anticipado cortes masivos de energía, pero sí la ausencia de cuadrillas técnicas para manejar emergencias en redes o transformadores, así como la suspensión del servicio en oficinas comerciales y administrativas.
En contraste, la subestación de Cartagena no se unirá a la huelga gracias a una negociación directa con la gerencia local, lo que evitó que esa zona se viera afectada.
Reclamos por formalización laboral
El sindicato exige la formalización de los trabajadores tercerizados, que representan una porción significativa de la plantilla de Afinia. La demanda incluye la vinculación directa a la empresa con todas las garantías laborales establecidas por la ley: seguridad social, estabilidad contractual y derechos convencionales.
La empresa, por su parte, ha señalado que sus dificultades económicas limitan su capacidad de atender estos reclamos. Afinia reporta un aumento en las pérdidas operativas y un bajo nivel de recaudo, agravado por retrasos en los pagos de subsidios gubernamentales. Sin embargo, el sindicato sostiene que estos subsidios ya fueron girados y no se han traducido en mejoras salariales ni en el cumplimiento de obligaciones hacia los empleados.
Polémica sobre distribución de recursos
Desde el sindicato, se acusa al Grupo EPM, matriz de Afinia, de priorizar las transferencias de capital hacia su sede principal en Medellín, en detrimento de las inversiones necesarias para mejorar las condiciones laborales en el Caribe.
“El modelo de integración vertical estaría orientado a maximizar transferencias de capital hacia la casa matriz en Medellín, en detrimento de los recursos que podrían destinarse a mejorar las condiciones del personal en la Región Caribe”, señalaron los voceros del sindicato.
El anuncio de huelga ocurre en un momento complejo para el sistema eléctrico nacional, que enfrenta desafíos en cobertura, calidad del servicio y sostenibilidad financiera. Afinia, que asumió el control de varias zonas tras la salida de Electricaribe, ahora enfrenta el descontento creciente de su personal, sumado a la necesidad de modernizar infraestructura y mejorar el servicio.
Incógnita sobre resolución del conflicto
A medida que se acerca la fecha del paro, tanto la empresa como el Ministerio de Trabajo permanecen en silencio respecto a posibles soluciones o reanudación de negociaciones. El sindicato mantiene una postura firme, dispuesto a prolongar la huelga hasta obtener compromisos concretos de la gerencia.
En un contexto donde la energía es crucial para el desarrollo regional y los usuarios ya expresaron su descontento por la calidad del servicio, este conflicto laboral podría aumentar la presión sobre Afinia y el Grupo EPM. Las próximas semanas serán clave para evaluar el impacto real de la suspensión de más de 4,000 trabajadores en la región Caribe.