Alerta sobre amenaza china en el Indo-Pacífico
El titular del Departamento de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, declaró durante su participación en el Foro Shangri-La en Singapur que los aliados de la región no enfrentarán solos la creciente presión militar y económica proveniente de China, aunque insistió en que deben asumir mayor responsabilidad en su propia defensa.
En su discurso del 31 de mayo de 2025, Hegseth señaló que Washington fortalecerá sus capacidades de defensa en el extranjero para responder a las amenazas emergentes de Beijing, especialmente en relación con Taiwán, donde China ha llevado a cabo múltiples simulacros de bloqueo. “No vamos a endulzarlo: la amenaza que representa China es real. Y podría ser inminente”, afirmó.
Preparación militar china y respuesta estadounidense
El secretario estadounidense destacó que el ejército chino “está ensayando para la batalla real” y que Beijing tiene como objetivo alcanzar la capacidad de tomar Taiwán por la fuerza para 2027. Aunque expertos consideran esta fecha más como una meta aspiracional que como un plazo concreto.
China ha desarrollado infraestructura militar en islas artificiales del mar de China Meridional y avanzado en tecnologías hipersónicas y espaciales, lo que impulsa a Estados Unidos a desarrollar su propio sistema de defensa antimisiles espacial llamado “Cúpula Dorada”.
Presión sobre aliados y tensión con la UE
Durante el Diálogo de Shangri-La, Hegseth insistió en que los países del Indo-Pacífico deben aumentar su gasto militar hasta alcanzar el 5% de su PIB, similar a lo exigido a naciones europeas. “Todos debemos poner de nuestra parte”, expresó.
Su declaración sobre el papel exclusivo de Estados Unidos en la región fue cuestionada por la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, quien argumentó que la seguridad europea y asiática están “muy interrelacionadas” debido al apoyo de China a Rusía y la participación de tropas norcoreanas en el conflicto ucraniano.
Dudas sobre compromiso estadounidense
El secretario de Defensa reiteró el compromiso histórico de Estados Unidos con el Indo-Pacífico, aunque reconoció que recursos militares han sido desviados hacia Oriente Medio y Europa, especialmente durante los conflictos en Ucrania y Gaza.
Recientemente, el gobierno de Trump retiró un batallón de misiles Patriot de la región para enviarlo a Oriente Medio y reubicó embarcaciones de la Guardia Costera para operaciones en la frontera con México. “El cambio era necesario para defenderse de los ataques con misiles de los hutíes desde Yemen y para reforzar las protecciones contra la inmigración ilegal hacia Estados Unidos”, explicó Hegseth.
Desafío para países de la región
El funcionario estadounidense advirtió sobre los riesgos de mantener relaciones equilibradas con Washington y Beijing, señalando que “la dependencia económica de China solo profundiza su influencia maligna y complica nuestro espacio de decisión en defensa en tiempos de tensiones”.
La senadora demócrata Tammy Duckworth, presente en el foro, discrepó de esta postura: “Estados Unidos no está pidiendo a la gente que elija entre nosotros y la RPC”, enfatizó.
Delegación china de bajo perfil
China, que habitualmente envía a su ministro de Defensa al evento, no asistió este año en una clara señal de distanciamiento ante las tensiones comerciales con Estados Unidos. “Nosotros estamos aquí esta mañana. Y alguien más no”, comentó Hegseth sobre la ausencia de Dong Jun.
Ante consultas sobre alianzas regionales, Hegseth indicó que Washington está abierto a colaborar con cualquier nación dispuesta a trabajar en conjunto: “Estamos abriendo los brazos a países de todo el espectro: aliados tradicionales y aliados no tradicionales”.