Unión matrimonial con raíces familiares
En una ceremonia celebrada en la Hacienda Zotoluca, ubicada en Hidalgo, Alejandra Capetillo contrajo matrimonio con Nader Shoueiry, economista originario del Líbano. La hija de Eduardo Capetillo y Biby Gaytán, de 25 años, realizó esta celebración religiosa después de haber formalizado el enlace civil en Madrid, España.
El evento contó con múltiples detalles significativos, entre ellos la llegada de la novia en una carreta tirada por caballos, el tradicional baile con su padre al ritmo de “Hoy tengo que decirte papá” y la lectura de sus votos en árabe. Además, fue su padre quien la entregó durante la ceremonia.
Simbolismo de una mantilla sevillana
Uno de los momentos más emotivos fue el gesto de Alejandra hacia su abuela materna, María del Carmen Vázquez Alcaide, cariñosamente llamada “Yeya” por la familia. Para la boda, utilizó una mantilla tradicional sevillana que le fue obsequiada por su abuela y que tiene un profundo valor sentimental para ella. El ajuar de la novia fue creado por la diseñadora Lorena Formoso.
“Esa mantilla es española, porque mi abuela es de Sevilla. Ya sabía que la tenía que llevar sí o sí por el valor sentimental que tiene para mí”, comentó Alejandra Capetillo a la revista ¡HOLA!
La influencer explicó que la colaboración con Lorena Formoso permitió concretar su visión de vestido ideal, integrando la historia de su abuela y el simbolismo de la prenda ancestral. “Quería contar la historia de mi ‘Yeya’ y juntarlo mucho con esa parte sentimental de la mantilla y todo”, expresó.
Una tradición familiar en redes sociales
A través de sus plataformas digitales, Alejandra compartió una imagen al lado de su abuela, en la que se observa el uso de la mantilla. La publicación reflejó la emoción de ambas por este momento tan especial. “Si vio a su nieta con su mantilla”, escribió la novia, manifestando sus sentimientos a través de una sencilla pero poderosa frase.
La señora María del Carmen Vázquez Alcaide, madre de Eduardo Capetillo, había regalado esta prenda a su nieta un año antes de la celebración, también enseñándole a utilizar las castañuelas. En aquel momento, Alejandra ya anticipó la importancia de esta pieza en su futuro enlace: “No tendré ni vestido de novia aún, pero tengo claro que la mantilla estará”, señaló.
