Operación policial en Cergy
Cuatro individuos, dos hombres y dos mujeres de edades comprendidas entre 35 y 61 años, enfrentan cargos por esclavitud contemporánea, explotación laboral y alojamiento ilegal de migrantes en Francia. Las autoridades los detuvieron e interrogaron el 23 de junio en las instalaciones de la Oficina de lucha contra el tráfico ilícito de migrantes (Oltim) en Cergy, según reveló Le Parisien.
La fiscalía presentará el caso ante el tribunal de Pontoise el 3 de julio, fecha en que se revisarán también las incautaciones que suman 800.000 euros. Se les acusa de emplear a extranjeros sin permisos migratorios y de obtener beneficios económicos ilegales mediante alquileres no registrados.
Origen del caso: denuncia de una trabajadora doméstica
La investigación comenzó en octubre de 2024 cuando una mujer originaria de Mauricio, en situación migratoria irregular, denunció ante una comisaría haber sido víctima de explotación laboral. Según relató, llegó al país en 2023 para trabajar como niñera en una casa de connacionales, pero nunca fue registrada oficialmente como empleada.
“Ella dice que es humillada regularmente por sus patrones, que la explotan y la alojan en condiciones precarias”, afirmó un informante del caso. Tras recibir su testimonio, diversas unidades policiales iniciaron un operativo conjunto: la policía de Cergy, los agentes de fronteras, la brigada financiera de la Policía Judicial y la inspección de trabajo.
Estructura criminal descubierta
Las investigaciones determinaron que no se trataba de un caso individual, sino de un esquema más amplio. “Otras personas en situación irregular, provenientes de Mauricio y la India, estarían siendo alojadas y empleadas por dos familias, y los beneficios obtenidos de esta actividad se habrían invertido en bienes inmobiliarios en la isla Mauricio”, agregó la fuente.
El 10 de febrero se llevaron a cabo registros en domicilios de Pontoise y Cormeilles-en-Parisis, donde capturaron a tres sospechosos. Los agentes encontraron cerca de 9.000 euros en efectivo y múltiples contratos laborales. Un día después, un cuarto implicado se entregó voluntariamente y admitió su participación, mientras su pareja reconoció haber colaborado, aunque aseguró que lo hacía para “ayudar a sus compatriotas”. Todos quedaron en libertad provisional mientras proseguían las investigaciones.
Alquileres clandestinos prolongados
El 23 de junio, las autoridades nuevamente citaron a los sospechosos para interrogarlos, esta vez bajo custodia. De acuerdo con los datos recopilados, una de las familias, residente en Cormeilles-en-Parisis, habría estado alquilando ilegalmente parte de su vivienda durante una década a migrantes sin documentos.
“Han alojado a numerosos indios y mauricianos sin papeles. Algunos firmaron contratos de alquiler y otros no”, precisó una fuente. Con la dirección proporcionada, varias de estas personas lograron obtener documentación administrativa necesaria para regularizar su estatus migratorio.
No obstante, los ingresos por los alquileres nunca fueron reportados a la autoridad fiscal. “Ese dinero, recibido durante una década, fue utilizado para pagar su hipoteca y saldar deudas”, informaron los investigadores. Durante los interrogatorios, los acusados redujeron la magnitud de los beneficios económicos obtenidos, afirmando que únicamente habían albergado a cinco personas.
Negación de responsabilidad por otra pareja
Respecto al otro matrimonio, residente en Pontoise y acusado de explotar a la niñera mauriciana, negaron todas las acusaciones durante su segunda declaración.
Medidas judiciales en curso
Actualmente, los cuatro acusados están en libertad provisional hasta que la fiscalía de Pontoise decida los siguientes pasos del proceso. Además, dos propiedades y sus cuentas bancarias han sido bloqueadas provisionalmente por orden judicial.