Centro materno-infantil salva vidas en zona vulnerable de Pakistán
En la localidad pakistaní de Dera Murad Jamali, ubicada en la región de Baluchistán afectada por inundaciones recurrentes y pobreza severa, se encuentra una clínica que ofrece servicios médicos gratuitos a poblaciones marginadas. Este establecimiento, respaldado por Médicos Sin Fronteras (MSF), proporciona atención especializada para madres e infantes, incluyendo cuidados intensivos neonatales y hospitalización pediátrica.
2024 registra miles de atenciones médicas
Según los datos proporcionados por la organización humanitaria, durante el año 2024 se llevaron a cabo más de 13,800 consultas prenatales y se asistieron 3,500 partos en dicha instalación. Además, se entregó apoyo nutricional a casi 10,000 niños y niñas con desnutrición, se realizaron más de 20,000 pruebas de diagnóstico para malaria y se atendió a miles de pacientes en situación crítica.
Historia de una abuela desplazada por inundaciones
Wazira Begum, una abuela proveniente del poblado de Abdul Ghani Solangi, compartió su experiencia: “Vivimos en una tienda de campaña desde que las inundaciones de 2022 destruyeron nuestra casa“, explicó. Su nieto recién nacido fue atendido en la unidad de cuidados intensivos por una infección pulmonar. “Hace mucho frío en invierno y no pudimos proteger al bebé del frío“, añadió la mujer, quien aseguró que gracias a la intervención médica “ahora está mucho mejor“.
Desafíos estructurales y climáticos
La familia de Wazira, compuesta por 40 miembros desplazados por las lluvias torrenciales, enfrenta dificultades para acceder a servicios básicos. “Antes de las inundaciones, teníamos nuestras casas de barro y trabajábamos en los campos de los terratenientes. Ahora, mis hijos son jornaleros y estamos luchando por cubrir nuestras necesidades básicas“, afirmó. Su hogar se encuentra a 20 kilómetros del centro médico, pero “la carretera está destrozada y no hay transporte público. Tenemos que pagar 1,500 rupias por un viaje en rickshaw“.
Profesionales de MSF enfrentan situaciones extremas
Fozia Munir, encargada del área materno-infantil del proyecto en Dera Murad Jamali, relata las condiciones extremas que enfrentan: “Vemos a más de 500 pacientes prenatales cada semana. Muchas vienen de zonas muy alejadas sin instalaciones de salud, caminando durante la noche solo para llegar aquí“, dijo. Recordó el caso de una mujer que caminó desde Gandawah “en la oscuridad y llegó a las 5 de la mañana“, y otro donde “un esposo cargó a su esposa durante horas por el agua para llegar al hospital“.
Educación sanitaria y esperanza en medio de la crisis
El equipo médico no solo brinda atención médica sino también educación en temas de salud reproductiva. “La conciencia sobre la importancia del espaciamiento entre nacimientos y la higiene ha aumentado“, señaló Fozia. Para Wazira, quien perdió a cinco hijos en el pasado, “ahora venimos aquí. Nuestros bebés nacen de forma segura y nos tratan con dignidad“.