Plataforma ciudadana lleva su batalla a Bruselas
El colectivo ‘Sí a Almaraz, sí al futuro’ ha conseguido que el Parlamento Europeo debata el lunes 23 de junio su iniciativa para impedir el cierre de la central nuclear en 2027, según confirmó la organización en un comunicado.
Argumentos contra el cierre
Los defensores de la central aseguran que el abandono de la energía nuclear contradice las políticas de otros países europeos como Francia, Suecia o Finlandia que han reforzado su apuesta por esta tecnología como paso intermedio hacia sistemas energéticos descarbonizados. La plataforma argumenta que el cese de operaciones en Almaraz afectaría negativamente al sistema eléctrico español.
La solicitud, aceptada como urgente por la Comisión de Peticiones, sostiene que el cierre viola normas europeas relacionadas con la transición energética, la estabilidad del suministro y la equidad territorial. Destacan que la central proporciona el 7% de la electricidad nacional y el 50% de la región extremeña.
Impacto económico y social
Según el documento presentado, la eliminación de los 2.000 MW de generación constante pondría en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico y aumentaría la dependencia del gas natural importado. Esto, afirman, elevaría tanto las emisiones de dióxido de carbono como los costos energéticos para los consumidores.
“No se trata sólo de defender Almaraz, sino de no cometer un error estratégico que tendría repercusiones en toda la economía y en la calidad de vida de las personas”, expresó Fernando Sánchez Castilla, alcalde de Belvís de Monroy y líder de la iniciativa.
Además de las consideraciones técnicas, el grupo resalta el efecto negativo que tendría en el desarrollo económico de la región del Campo Arañuelo, una zona ya afectada por problemas de despoblación y escasas oportunidades laborales.
Procedimiento parlamentario
El proceso en Bruselas contempla una breve presentación por parte del presidente de la Comisión de Peticiones, seguida de cinco minutos para exponer los argumentos de la plataforma. Posteriormente, los eurodiputados tendrán oportunidad de intervenir para apoyar o cuestionar la propuesta.
El desenlace no se definirá mediante una votación convencional, sino que se realizará una evaluación colectiva que reflejará las posiciones de los distintos grupos parlamentarios, cuyo resumen ofrecerá el presidente al finalizar la sesión.