Una secuela fiel a su esencia
Hideo Kojima vuelve con Death Stranding 2, una obra que mantiene la esencia jugable del original pero que divide opiniones. Aunque el diseñador japonés ha conservado el núcleo de su propuesta, algunos elementos narrativos y mecánicos han generado controversia entre los jugadores.
Un mundo más amplio y variado
La geografía del juego es ahora más dinámica, trasladando la acción a Australia tras un breve paso por México. El mapa circular ofrece mayor libertad de movimiento, permitiendo múltiples rutas para evitar peligros y explorar paisajes diversos: montañas, desiertos, bosques y cráteres. Esta expansión geográfica se complementa con misiones secundarias que incentivan la exploración y el desarrollo del entorno.
Combate y sigilo: un giro inesperado
“El combate ha dejado de ser opcional”, afirma el analista. Misiones enteras giran en torno a eliminar enemigos, incluyendo los temidos EVs. Sin embargo, estas mecánicas no han evolucionado significativamente desde el primer juego, recordando a las de Metal Gear: “La acción recuerda a la saga Metal Gear e inequívocamente, sobre todo a The Phantom Pain”. La falta de profundidad en el sigilo y la movilidad limitada de Sam Porter Bridges complican las infiltraciones silenciosas.
Un mundo en construcción
La filosofía del juego sigue centrada en reconectar puntos del mapa, pero con nuevas herramientas: monorraíles, minas automatizadas y vehículos mejorados. El diseño permite crear rutas personalizadas con tirolinas y rampas, aunque algunos elementos como las motocicletas están “completamente rotos”, eliminando desafíos geográficos que antes existían.
Visión técnica y narrativa contrastantes
El título destaca por su nivel visual, con paisajes hiperrealistas y animaciones faciales avanzadas. “El hiperrealismo que ha alcanzado este título es sorprendente”. Sin embargo, la narrativa ha decepcionado: tramas menos impactantes, personajes poco desarrollados y una historia principal “excesivamente convulsa”. Aunque mantiene la banda sonora con Woodkid y Ludvig Forssel, la cohesión narrativa se resiente.
Reflexiones finales
El juego logra convertir lo cotidiano en entretenido: “Sigue logrando que hacer algo tan sencillo como entregar paquetes sea muy divertido”. Con 45 horas de duración promedio, ofrece una experiencia técnica impecable pero narrativamente inferior al original. Como dice el analista: “Para mí, Death Stranding 2 es un buen juego, pero no tan buen Death Stranding”.