El legado de una apuesta revolucionaria
El 28 de octubre de 2021 marcó un antes y un después en la historia de la tecnología cuando Mark Zuckerberg presentó al mundo su visión del futuro digital: el metaverso. La transformación de Facebook en Meta generó una ola de entusiasmo que atrajo a miles de empresas, aunque “lo primero va a ser el metaverso, no Facebook” no se ha traducido en el éxito esperado.
Fiebre metaversal y sus consecuencias
Grandes corporaciones como Telefónica crearon puestos específicos para explorar esta nueva frontera, mientras marcas como H&M, Adidas y Louis Vuitton desarrollaban presencia en estos espacios virtuales. La carrera tecnológica también impulsó la creación de dispositivos de realidad virtual como HoloLens, Vive Pro y Vision Pro, con precios que alcanzan los 3,500 euros.
Antonio Ortiz, analista tecnológico, recuerda que “muchos hicieron gafas; todos los que creían que iban a ser un gadget de consumo”, aunque “en cuanto no vieron tracción en el mercado se bajaron”. Esta actitud reflejó la naturaleza especulativa que rodeó al fenómeno, especialmente en el sector criptográfico.
El lado oscuro de la burbuja
Silvia Leal, asesora de la OCDE, critica que “era ridículo, porque las experiencias inmersivas que había eran una porquería; era mucho mejor cualquier videojuego de aficionado”. La combinación de web3, NFTs y metaverso generó un modelo contradictorio donde se creaba escasez artificial en un entorno digital donde la abundancia debería ser natural.
Eloy, ex empleado de una empresa metaversa (seudónimo), revela que “era una empresa del sector cripto, que se basan mucho en crear expectación y hacer un marketing totalmente orientado a jugar con las expectativas de los usuarios”. Cuando el entusiasmo decayó, muchas compañías tuvieron que pivotar hacia nuevas tecnologías, principalmente la inteligencia artificial.
Renacimiento tecnológico
Según datos de Dapp Radar, plataformas como Decentraland apenas cuentan con 40 usuarios activos diarios. Sin embargo, Meta sigue trabajando en su visión integrando inteligencia artificial y realidad aumentada a través de dispositivos como Orion, que permite control mediante movimientos de manos.
Andrew Bosworth, CTO de Meta, reconoció que “no siempre serán éxitos inmediatos”, pero “siempre te enseñarán algo”. La compañía apuesta por 2025 como “un año especial” para el desarrollo de esta tecnología.
El futuro inmersivo
Silvia Leal enfatiza que “la gente se equivoca entendiendo que lo importante es el espacio y no la experiencia”, mientras Antonio Ortiz destaca que “el metaverso funciona porque siempre queremos más inversión y nos gusta más la imagen que el texto”.
La evolución tecnológica ha llevado a reemplazar el término “metaverso” por conceptos como “computación espacial”, que integra realidad aumentada, dispositivos hápticos e información superpuesta, marcando la dirección hacia donde se dirige esta transformación digital.