Economía

Banco de México prioriza recortes acelerados de tasas frente a desaceleración económica

Decisión unánime del Banco de México

En su más reciente anuncio de política monetaria, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) aprobó por unanimidad una reducción de 50 puntos base en la tasa de referencia, dejándola en 8.50 por ciento. Esta medida coincide con las dos decisiones anteriores y forma parte de una estrategia para responder a factores como la desaceleración económica, la evolución del tipo de cambio y los riesgos asociados a las políticas comerciales globales.

El comunicado oficial señaló que el episodio inflacionario ha quedado atrás y que el contexto actual requiere una disminución progresiva de la tasa. Se destacó que continuarán con ajustes de magnitud similar, siempre y cuando el entorno inflacionario lo permita, manteniendo una postura monetaria restrictiva hasta que la inflación se dirija claramente hacia la meta establecida.

Posiciones encontradas entre expertos

Los analistas no coinciden en el ritmo de los recortes que debería adoptar el banco central. Algunos consideran que el entorno económico actual permite una mayor flexibilización, mientras que otros advierten sobre el repunte observado en la inflación, especialmente en sectores como las mercancías, donde los precios han mostrado un comportamiento inesperado.

“La Junta de Gobierno estima que hacia delante podría continuar con la calibración de la postura monetaria y considerar ajustarla en magnitud similar. Prevé que el entorno inflacionario permita seguir con el ciclo de recortes, si bien manteniendo una postura restrictiva”

Expectativas y riesgos futuros

El banco proyecta que la inflación general se acercará a la meta en el tercer trimestre de 2026, aunque ha revisado al alza sus pronósticos para los próximos trimestres debido a un mayor incremento en los precios de las mercancías. Entre los riesgos inflacionarios se encuentran factores como la depreciación del peso, conflictos geopolíticos, políticas comerciales restrictivas, persistencia de la inflación subyacente y efectos climáticos.

Por otro lado, se identifican riesgos a la baja, como un menor crecimiento económico al previsto, menores presiones de costos y un traspaso limitado de la depreciación cambiaria a los precios finales. La postura de Banxico refleja un equilibrio entre la necesidad de estimular la economía y la prudencia frente a posibles presiones inflacionarias.

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