Política

Estrategias naturales para controlar el cortisol y mejorar el bienestar físico y emocional

La hormona del estrés, aunque fundamental para la supervivencia, puede generar consecuencias negativas cuando se mantiene elevada por períodos prolongados. Especialistas del Grupo Cetep alertan sobre los riesgos del desequilibrio en los niveles de cortisol y ofrecen recomendaciones para su manejo.

Entendiendo el papel del cortisol

Según explica Teresa Valle, especialista en psicología, esta sustancia producida por las glándulas suprarrenales cumple funciones esenciales en el organismo. Su liberación es natural ante situaciones percibidas como amenazantes, proporcionando mayor energía y enfoque. No obstante, cuando el cuerpo permanece en estado de alerta constante, comienza a manifestarse una serie de afectaciones.

“El cuerpo humano tiene un sistema natural para responder al estrés, pero si esa alerta permanece encendida mucho tiempo, el organismo puede verse seriamente afectado”, señala la experta. Los efectos más comunes incluyen alteraciones del sueño, ansiedad, hipertensión arterial, problemas digestivos y dificultad para concentrarse.

Trastornos poco comunes y mitos

Contrario a lo que circula en redes sociales sobre la llamada “fatiga suprarrenal”, los trastornos graves de cortisol como la enfermedad de Addison o el síndrome de Cushing son excepcionales. Por esta razón, se desaconseja el uso de suplementos sin prescripción médica.

Hábitos que marcan la diferencia

Ante el ritmo acelerado de la vida moderna, los expertos recomiendan desarrollar mecanismos de afrontamiento que permitan regular las respuestas al estrés. Aunque no es posible eliminar por completo las situaciones estresantes, sí se pueden implementar prácticas que ayuden a mitigar sus efectos negativos.

  • Alimentación y ejercicio: Una dieta equilibrada combinada con actividad física regular favorece el equilibrio hormonal.
  • Descanso reparador: Dormir adecuadamente es crucial para la regulación del sistema nervioso y las hormonas del estrés.
  • Relajación: Técnicas como yoga, meditación y respiración consciente reducen la tensión corporal.
  • Red de apoyo: Mantener contacto con personas de confianza disminuye la percepción de amenaza constante.
  • Evitar conductas perjudiciales: El consumo excesivo de alcohol, tabaco y redes sociales agrava la respuesta al estrés.
  • Asistencia profesional: Terapeutas pueden diseñar estrategias personalizadas para manejar el estrés de forma efectiva.

Valle enfatiza que “El estrés no es completamente evitable, pero sí podemos aprender a reaccionar ante él de forma más saludable”. La conciencia emocional, la identificación de desencadenantes y el conocimiento de las respuestas del organismo son fundamentales. Implementar prácticas que integren salud mental y física ayuda a prevenir consecuencias más serias, mejorando la calidad de vida en general.

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