Posición gubernamental frente a propuesta legislativa
La titular del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum, manifestó su determinación de mantener la oposición a la iniciativa estadounidense de establecer gravamen a las transferencias internacionales de dinero. La funcionaria federal anticipó que continuará realizando gestiones diplomáticas ante las autoridades de Estados Unidos.
Diálogo con representación diplomática
En rueda de prensa matutina, la presidenta detalló que abordará el asunto durante las conversaciones con Ronald Johnson, embajador recién designado de Estados Unidos. Explicó que la medida afectaría negativamente a múltiples naciones y perjudicaría también los intereses estadounidenses:
“Por cierto ayer pasó en una de las comisiones del Senado el tema sobre los impuestos a las remesas, no es solo a México, [es a] todos los países del mundo. Y esta misma semana el embajador tiene reuniones para hablar con congresistas”
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Respuesta de colectivos migrantes
La mandataria señaló que organizaciones que representan a ciudadanos mexicanos en territorio estadounidense han iniciado acciones de lobby para impedir la aprobación de la normativa. Estas agrupaciones están contactando directamente a legisladores para expresar su rechazo a la medida:
“Hay muchas organizaciones de connacionales que están del otro lado de la frontera que están llamando a los congresistas a que no se aplique este impuesto, que es injusto”
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Impacto en familias receptoras
Sheinbaum enfatizó que la principal preocupación radica en preservar los ingresos económicos de los hogares mexicanos que dependen de estos fondos. Subrayó la necesidad de mantener el acuerdo bilateral vigente:
“Lo que queremos es la mejor relación posible y que las familias que reciben sus remesas aquí las reciban completas, que no haya esta disminución y que se respete el convenio que se firmó hace algunos años entre México y Estados Unidos”
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Contexto político en EU
La iniciativa de aplicar un tributo a las remesas cuenta con el apoyo del partido republicano y la administración de Donald Trump. Esta propuesta ha generado controversia, recibiendo críticas tanto desde el gobierno mexicano como desde colectivos migrantes residentes en Estados Unidos, quienes advierten sobre consecuencias negativas para millones de familias.