Propuesta de impuesto estadounidense causa preocupación
Una iniciativa legislativa en la Cámara de Representantes de Estados Unidos ha generado alarma entre millones de personas que envían dinero a sus familias en el extranjero. El plan, impulsado por Donald Trump, contempla aplicar un gravamen del 5% sobre las remesas internacionales, afectando potencialmente a más de 40 millones de migrantes.
Entre los afectados se encuentra María Lorenza Carrasco, una ciudadana hondureña residente en Florida durante tres décadas, quien envía mensualmente 1,300 dólares a sus familiares en su país de origen. La mujer expresó su preocupación por el impacto que tendría esta medida en su capacidad económica: “Yo no gano mucho, me sacrifico para mandarles el dinero”.
Impacto económico en países receptores
Según datos del Banco Mundial, naciones como México, Honduras, Nicaragua y El Salvador dependen significativamente de estos envíos, que equivalen aproximadamente al 25% de su producto interno bruto. En Honduras, las remesas ya representan el 27% del PIB y podrían superar los 10,000 millones de dólares este año.
La investigación de BBVA México indica que el costo de enviar 350 dólares desde Estados Unidos podría incrementarse de 6 a 23.5 dólares con la aplicación del impuesto. México recibió casi 65,000 millones de dólares en remesas durante 2024, estableciendo un récord histórico.
Reacciones de líderes y migrantes
Juan Flores, representante de la Fundación 15 de Septiembre en Miami, exigió acción a la presidenta de Honduras: “No tenemos esa reciprocidad, ese apoyo que nos merecemos y que pedimos a gritos”. La mandataria mexicana Claudia Sheinbaum también rechazó la medida, argumentando que viola un acuerdo bilateral de 1994 sobre doble tributación entre México y Estados Unidos.
Dalila Galvez, otra migrante hondureña, destacó la importancia de sus envíos mensuales de 300 dólares: “Nosotros no somos ladrones ni haraganes, solo queremos ayudar a nuestras familias”. A pesar de las objeciones, la administración Trump busca aprobar el impuesto antes de julio, manteniendo la incertidumbre entre los migrantes.