El cineasta más influyente de su generación
Con el lanzamiento de Tiburón en 1975, Steven Spielberg emergió como figura central en la industria cinematográfica. A lo largo de su trayectoria, ha creado personajes icónicos como Indiana Jones y E.T., además de producir títulos trascendentales como Jurassic Park y A.I. Inteligencia Artificial. Su filmografía ha sido reconocida con múltiples nominaciones a los premios Óscar.
Tras décadas de éxitos, resulta inusual que algún artista rechace colaborar con el director. Entre sus colaboradores notables se encuentran figuras de la talla de Harrison Ford, Leonardo DiCaprio, Tom Hanks y Tom Cruise, lo que confirma su prestigio en Hollywood.
El desafío de interpretar a Lincoln
No obstante, existen excepciones. En el caso de Lincoln, película estrenada en 2012, Spielberg enfrentó una resistencia inusual por parte de Daniel Day-Lewis, a quien consideraba el único candidato viable para el papel protagónico. A pesar de ser uno de los actores más respetados del cine contemporáneo, Day-Lewis inicialmente se negó a aceptar el rol.
El proyecto estuvo en desarrollo durante más de cinco años. El actor, en ese momento en un periodo de selección más estricta de sus trabajos, expresó sus dudas sobre su capacidad para encarnar a uno de los presidentes más emblemáticos de Estados Unidos. “No estaba dispuesto a aceptar esa respuesta”, reveló posteriormente el cineasta.
La intervención clave y el giro inesperado
Para revertir la situación, Spielberg recurrió a una estrategia poco común: pidió apoyo a un conocido común, Leonardo DiCaprio, quien había trabajado anteriormente con Day-Lewis en Gangs of New York. El mensaje del actor fue contundente: “Tienes que reconsiderarlo. Steven te quiere de verdad para esto y no está dispuesto a hacer la película sin ti”.
Este acercamiento motivó al intérprete británico a explorar el material original, incluyendo el guion de Tony Kushner y el libro Team of Rivals de Doris Kearns Goodwin. Finalmente, convencido de la profundidad del proyecto, aceptó el desafío.
Un récord sin precedentes
El esfuerzo conjunto dio frutos: la interpretación de Day-Lewis fue aclamada por crítica y público, consolidando su posición como uno de los actores más talentosos de su época. Su trabajo en Lincoln le valió el tercer Óscar a Mejor Actor Principal, logro que nadie ha repetido en la categoría masculina desde entonces.
Este episodio refleja el compromiso de Spielberg con la excelencia artística y la determinación que lo ha convertido en un referente del cine mundial.