Internacional

Desafíos iniciales en la práctica psicológica: Un testimonio de aprendizaje profesional

Reflexiones sobre el miedo a comenzar

Una futura psicóloga de Bariloche, identificada como Fernanda y con 29 años de edad, expresa sus inquietudes ante la inminente culminación de sus estudios universitarios. “Tantos años de estudio y, al final,… ¡me siento inexperta! ¿Cómo se hace cuando uno quiere empezar y no se anima? ¿Te pasó a vos también? ¿Recordás algún caso en el que te haya costado escuchar al paciente?”, pregunta a Luciano Lutereau.

Experiencias desde la práctica profesional

El profesional responde reconociendo que la vacilación entre el deseo y el miedo es un componente natural en los inicios de cualquier carrera: “Podría contarte un montón de situaciones, pero ya que se trata de una columna breve, haré foco en algunas que creo que son las más importantes”.

Subraya que las historias de los pacientes inevitablemente afectarán a quien las escucha, pero recalca que “justamente es con ese movimiento que trabajamos”, destacando la importancia de la conexión humana frente a posibles reemplazos tecnológicos.

El rol de la supervisión y autoanálisis

Señala que existen casos que generan mayor dificultad para mantener una escucha objetiva, “por los efectos que tienen en lo que no conocemos de nosotros”. Explica que las supervisiones y el trabajo personal son fundamentales para gestionar estos desafíos.

Comparte una experiencia particular con una paciente que mantenía relaciones extramaritales sin remordimiento, situación que “no se relaciona directamente con algo íntimo” y por eso puede relatarla.

Aprendiendo a escuchar sin juicios

Detalla cómo este caso particular lo llevó a cuestionar sus propias actitudes, reconociendo un “escándalo como un factor personal sobre el que debía trabajar”. Esto lo condujo a explorar su posición como hijo ante la figura materna durante su propio proceso analítico.

Reconoce que tuvo que abandonar su marco de referencia masculino para comprender la experiencia femenina: “En principio, corroboré que esa disociación no es tan frecuente en la mujer. Al menos no lo era en este caso”.

Conclusión: El escuchar como transformación personal

Reflexiona que la escucha efectiva implica un trabajo interno para superar prejuicios y actitudes iniciales: “Escuchar no es entender(se), sino precisamente guiarse por lo que hace de obstáculo en nosotros. Se escucha contra uno mismo”.

Finaliza animando a Fernanda a enfrentar las dificultades como “fuente de una enorme satisfacción” en su desarrollo profesional.

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