El gobierno estadounidense dio a conocer recientemente un documento titulado “Informe MAHA: Hacer que nuestros hijos vuelvan a estar sanos”, elaborado por altas autoridades de la administración Trump, entre ellas el titular de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr. El estudio sostiene que la actual generación infantil es la más afectada históricamente por enfermedades crónicas.
Factores de riesgo identificados
“Estas tendencias prevenibles continúan empeorando cada año, lo que representa una amenaza para la salud, la economía y la preparación militar de nuestra nación”, declaró Kennedy durante la presentación del informe. El análisis señala tres principales factores: contaminantes ambientales, deficiencias nutricionales y excesiva exposición a pantallas electrónicas.
El documento detalla preocupación por índices elevados de obesidad infantil, problemas de salud mental y dependencia de medicamentos. Además, cuestiona la actual pauta de vacunación pediátrica, destacando “una investigación científica limitada sobre las lesiones causadas por las vacunas y los posibles vínculos con las enfermedades crónicas”.
Controversias y posicionamientos
El estudio menciona que la mayoría de las muestras de leche materna analizadas contienen trazas de químicos PFAS, aunque expertos consultados por The Washington Post aclararon que “esto no debería indicar que ocurrirán efectos adversos para la salud y no debe interpretarse como una razón para no amamantar”.
Una de las afirmaciones polémicas del informe es que los medicamentos recetados representan la tercera causa de mortalidad en EE.UU., mientras que datos oficiales de los CDC sitúan en ese lugar a los accidentes. El informe omite mencionar que los CDC reportaron la violencia armada como principal causa de fallecimiento en menores durante 2020 y 2021.
Reacciones del sector salud
El documento critica el consumo de alimentos ultraprocesados y promueve dietas basadas en ingredientes naturales. Marion Nestlé, especialista en nutrición, calificó esta parte como “un retrato devastador de lo que la sociedad estadounidense ha hecho a los niños”.
Sobre el uso prolongado de medicamentos psiquiátricos y antidepresivos en menores, el informe advierte sobre posibles consecuencias en su desarrollo físico y emocional. Sin embargo, expertos como la doctora Melanie Jay argumentan que no tratar la obesidad en etapas tempranas puede ser más perjudicial que emplear fármacos aprobados.
Debate sobre vacunas y tecnología
El informe también plantea dudas sobre una posible relación entre el esquema vacunal y enfermedades crónicas. Jason Schwartz, especialista en inmunizaciones, señaló que “no hay pruebas biológicas sólidas de que las vacunas puedan estar abrumando al sistema inmunitario”.
Respecto al tiempo frente a pantallas, el documento responsabiliza a dispositivos electrónicos de incrementar trastornos mentales en la infancia. La doctora Jenny Radesky indicó que aunque existen preocupaciones válidas sobre el descanso, el enfoque refleja más “teoría pop, como un recableado de una generación” que una evaluación científica rigurosa.
