Experiencia en DOOM: The Dark Ages
El jugador describe haber terminado DOOM: The Dark Ages con una sensación de que el juego se le hizo corto, aunque considera que la duración es adecuada. Menciona que su verdadera expectación venía desde la entrega de 2016, ya que no disfrutó de la versión Eternal.
Descubrimiento de una zona secreta
La experiencia se centra en una sección oculta de la misión Templo de Lomarith, específicamente en el nivel 17 de los 22 totales. El narrador señala que esta zona secreta se encuentra cerca del final del nivel, justo antes de activar el mecanismo que da paso a la escena final del capítulo.
Ambientación y misterio
El entorno recrea un mundo submarino profundo con oscuridad, barcos destruidos y arrecifes, incluyendo referencias a Cthulhu. Según palabras del jugador, “Lo digo en el mejor de los sentidos”, aludiendo al estilo de diseño.
Jugabilidad inspirada en Batman Arkham
Al ingresar a la zona, el jugador es engañado inicialmente por una luz morada que representa a las Piedras Espectrales, pero descubre que está en una bodega de barco sin objetos aparentes. Al salir, el escenario cambia repentinamente, dejándolo atrapado en un pasillo sin salida. “¡Ajá, con que estamos en plan Batman Arkham!”, exclama al reconocer el estilo de juego.
Desafío en el pasillo infernal
El jugador se enfrenta a entre 15 y 30 enemigos en un pasillo largo lleno de aberturas laterales. Utiliza varias armas para sobrevivir, incluyendo el lanzaclavos, la picadora de cráneos y la Superescopeta. Al finalizar la batalla, atraviesa una puerta con su escudo y recoge la recompensa: una Piedra Espectral.
Reflexión final sobre el diseño
El narrador concluye con una valoración positiva del diseño de la zona, “Bien jugado, id Software. Muy bien jugado”, aunque reconoce que el reto debe ser aún mayor en dificultades superiores. Señala que “Esto no tiene ni puñetera gracia, DOOM: The Dark Ages, pero me mola ese rollo a lo Batman Arkham”, reconociendo el estilo desafiante del juego.
