Transformación de castigo en aprendizaje
Con voz entrecortada por la emoción, Diana Paola Matamoros, madre de un estudiante de secundaria técnica 47, relató cómo el programa municipal Valórate le permitió mejorar su relación con su hijo adolescente diagnosticado con Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDH). Este programa, inicialmente percibido como una sanción por la conducta del joven, se convirtió en una oportunidad de crecimiento familiar.
Enfoque preventivo y formativo
Iniciativa de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) de Ciudad Juárez, el programa busca fortalecer la convivencia familiar mediante talleres de prevención y acercamiento social para jóvenes con problemas de conducta o consumo de sustancias. Durante 12 semanas, 250 estudiantes de secundaria y preparatoria participaron junto con psicólogos, trabajadores sociales y agentes de Prevención Social.
Claves para mejor comunicación
La madre destacó que el proceso le enseñó a gestionar sus propias emociones para apoyar mejor a su hijo. “Aprendí que detrás de una conducta difícil muchas veces hay una necesidad no expresada, una emoción no comprendida; también me hizo tomar conciencia de como la violencia, aunque no sea física, puede estar presente en los gritos, las etiquetas o el desinterés”, expresó durante la ceremonia de clausura en el Cbtis 128.
Impacto en las familias
El programa no solo se enfocó en los adolescentes, sino también en sus padres, ayudándolos a desarrollar habilidades de comunicación basadas en la empatía y el respeto. Diana Paola Matamoros aseguró haber adquirido compromiso para ser una madre más presente, consciente y paciente, deseando construir una relación con su hijo fundamentada en el respeto mutuo y la confianza.
