Origen y significado de las celebraciones onomásticas
Desde tiempos ancestrales, las familias solían elegir los nombres de sus hijos según la festividad religiosa del día. Esta tradición, especialmente arraigada entre fieles católicos y ortodoxos, aún persiste en la costumbre de felicitar a las personas en el día de su santo. Un ejemplo evidente se encuentra en la conocida canción popular: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
El término ‘onomástico’ hace referencia al día dedicado a la conmemoración de un santo específico, aunque frecuentemente se confunde con el cumpleaños. Sin embargo, su significado correcto se limita al registro de nombres incluidos en el calendario litúrgico.
Homenaje a María Auxiliadora y otros personajes sagrados
El 24 de mayo se rinde culto a María Auxiliadora, figura considerada protectora de los cristianos y especialmente vinculada a la orden salesiana. Según la tradición, su rol como madre espiritual de la humanidad la convierte en intercesora divina frente a las necesidades humanas. Su devoción histórica incluye su reconocimiento como defensora de Europa durante los conflictos con invasores musulmanes.
Además de esta figura central, este día se recuerdan otros personajes de la cristiandad como San Mánahen, Beato Luis Ceferino Moreau, San Vicente de Lérins, Beato Felipe de Piacenza, Beato Juan de Prado, San Sérvulo de Trieste y San Simeón Estilita el Joven, cuyas vidas reflejaron virtudes excepcionales y compromiso religioso.
Proceso de canonización y cantidad de santos reconocidos
El camino hacia la santidad eclesiástica comprende varias etapas: siervo de Dios, venerable, beato y finalmente santo. Para alcanzar la beatificación, es necesario demostrar virtudes heroicas o el martirio por la fe. La canonización permite el culto público y la inclusión en el canon oficial, con derecho a altares y reconocimiento de intercesión divina.
Aunque no existe un conteo oficial, se estima que la Iglesia Católica reconoce entre 7,000 y 20,000 figuras santas. El Martirologio Romano de 2005 registra al menos 7,000 nombres, pero excluye a muchos mártires. Destacan por su contribución al incremento de canonizaciones los papas Juan Pablo II, con 388 santos, y Francisco, quien ha elevado a la santidad a 898 personas, incluyendo un grupo de 800 en una sola ceremonia.
