Legado del cine nacional resiste el desgaste del tiempo
El recinto que ha sido testigo de la historia del cine mexicano continúa operando pese a las evidentes muestras de abandono. Los espacios donde se han producido cintas icónicas presentan filtraciones de agua y mantenimiento insuficiente, aunque aún albergan actividad artística.
Las instalaciones conservan vestigios de su esplendor pasado, con paredes que parecen narrar las hazañas de las grandes producciones nacionales. No obstante, el deterioro físico resulta evidente para cualquier visitante que recorra sus corredores.
Proyectos de restauración avanzan con lentitud
Los planes de rehabilitación que se han anunciado en distintas ocasiones apenas han logrado concretarse en mínimas proporciones. Lo que debería ser un proceso acelerado de recuperación se ha estancado en etapas preliminares, generando escepticismo entre trabajadores y creadores del sector audiovisual.
El contraste entre la relevancia histórica del lugar y su actual estado físico resulta particularmente llamativo. Mientras se mantiene la actividad en algunas secciones, otras áreas permanecen en condiciones que ponen en riesgo su funcionalidad a largo plazo.
Memoria cinematográfica en riesgo
El complejo, que ha servido como escenario para innumerables producciones, enfrenta el peligro de perder su capacidad para albergar nuevas creaciones. La falta de inversiones adecuadas contrasta con la importancia cultural que el lugar representa para la industria fílmica nacional.
“Los Churubusco llegan a los 80… con goteras y promesas”, señala un reporte reciente sobre la situación del estudio cinematográfico más emblemático del país. La frase refleja el ánimo de quienes observan con preocupación el estado actual de este espacio que ha dado vida a tantas historias memorables.
