Transformación urbana impulsa desarrollo comercial
El tejido económico de Agua Dulce está experimentando un notable cambio con el surgimiento de una nueva zona comercial en la avenida Ferrocarril. Esta dinámica, que desvía la atención del saturado centro urbano, ha permitido el crecimiento de establecimientos comerciales en colonias como El Muelle, El Bosque, El Naranjal y Los Pinos, así como en áreas conocidas como La Luna o El Uno y Medio.
Factores que detonan el auge comercial
El descontento de los habitantes por la congestión vehicular, la escasez de estacionamientos y los elevados costos en el centro han impulsado este fenómeno. La necesidad de ahorrar tiempo y dinero en transporte, junto con la búsqueda de comodidad, ha convertido al noreste en un polo de desarrollo comercial.
Comercio local lidera la expansión
El impulso principal proviene de los comerciantes locales. Cadena de tiendas de abarrotes con reconocimiento han establecido nuevas sucursales, seguidas por un sinnúmero de negocios gastronómicos como taquerías, restaurantes, comedores, verdulerías y diversos puntos de venta de alimentos. Esta tendencia refleja el interés por acercar los productos esenciales a los hogares de la comunidad.
Beneficios percibidos por los residentes
“Antes teníamos que ir al centro hasta para una caja de leche o una pieza de pan. Ahora ya tenemos de todo aquí, hasta comida casera lista para llevar”, comenta la señora Maritza, vecina de la colonia El Muelle, quien asegura que en su zona se vive con mayor tranquilidad y autosuficiencia.
Oportunidades para los emprendedores
Los empresarios han encontrado en el noreste condiciones favorables para expandirse. A diferencia del centro, donde los altos costos de renta y la saturación dificultan el crecimiento, esta zona ofrece espacio suficiente para desarrollar sus negocios, además de accesos convenientes y una creciente demanda por parte de familias jóvenes que buscan comodidad y proximidad.
Un cambio estructural en la economía local
Este movimiento económico, aunque gradual, representa una transformación significativa en la dinámica comercial de Agua Dulce. El municipio ya no depende exclusivamente del centro urbano, sino que empieza a redistribuir su actividad económica hacia zonas periféricas con alto potencial de desarrollo.