Acciones oficiales contra visados de ciudadanos chinos
El Departamento de Estado de Estados Unidos, en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional, ha iniciado procesos para revisar y posiblemente anular los permisos de entrada de estudiantes provenientes de China. Tammy Bruce, vocera oficial de esta dependencia, confirmó durante una conferencia que “ya se están revisando” los visados con el objetivo de iniciar cancelaciones “más pronto que tarde”.
“Todas las personas que estén aquí con un visado deben reconocer que Estados Unidos se toma muy en serio sus visados. La verificación no es un proceso único”, expresó la portavoz durante el cuestionamiento sobre el destino de los 277 mil estudiantes chinos que actualmente residen en el país bajo este estatus.
Declaraciones de altos mandos
El secretario de estado, Marco Rubio, emitió previamente un comunicado oficial donde establece que ambas instituciones trabajarán coordinadamente para “revocar agresivamente” los visados de ciudadanos chinos. Además, indicó que se implementarán criterios más estrictos en la evaluación de nuevas solicitudes provenientes de la República Popular China y Hong Kong.
“También revisaremos los criterios de los visados para potenciar el escrutinio de todas las futuras solicitudes de visados de la República Popular de China y de Hong Kong”, añade el comunicado oficial.
Razones de seguridad nacional
Las autoridades estadounidenses justifican esta determinación basándose en preocupaciones de seguridad nacional. Bruce enfatizó que “cada adjudicación de un visado es una cuestión de seguridad nacional” y reiteró que estos permisos “son un privilegio y no un derecho”, frase que también ha sido utilizada por el secretario Rubio.
Reacciones internacionales y académicas
El gobierno chino ha calificado esta medida como “discriminatoria”, mientras que especialistas en relaciones internacionales y educación advierten que afectará negativamente las décadas de cooperación académica entre ambas naciones.
Esta acción forma parte de una serie de medidas implementadas por la administración de Donald Trump contra instituciones educativas, particularmente aquellas consideradas “progresistas” o “antisemitas”, incluyendo a la Universidad de Harvard, a la cual se le prohibirá temporalmente matricular a estudiantes internacionales según orden judicial.