Seguridad

Siete millones de habitantes del Estado de México sin atención sanitaria; la mayoría son mujeres en situación de vulnerabilidad

Impacto de la pobreza en el acceso a servicios médicos

La falta de recursos económicos en el Estado de México trasciende las carencias materiales al limitar el acceso a derechos esenciales. Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y la Secretaría del Bienestar revelan que 7.6 millones de personas, casi la mitad de la población estatal, carecen de acceso a servicios médicos. Además, más de 3 millones no tienen una alimentación adecuada.

Exclusión estructural y diferenciación de género

La exclusión sanitaria no se explica únicamente por la cobertura institucional, sino por factores estructurales y culturales, según Martha Isabel Ángeles Constantino, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx. La división sexual del trabajo, la discriminación interseccional y la desigualdad territorial contribuyen a esta problemática. “Las mujeres en situación de pobreza obtienen su derecho a la atención pública de salud de manera indirecta, generalmente por parentesco”, destacó la especialista.

Avances insuficientes y crecimiento de nuevas carencias

Según el reporte estatal de CONEVAL 2022, en 2020 más del 51% de las mujeres mexiquenses no tenían acceso a la seguridad social. Aunque esta cifra disminuyó ligeramente respecto a 2018, se registró un aumento del 14% en la falta de atención médica entre las mujeres, alcanzando el 32.4%. Además, el 24.5% enfrentó carencia alimentaria, lo que evidencia una deterioro en este aspecto.

Fragmentación del sistema sanitario y barreras geográficas

El 75% de las personas en situación de pobreza no pueden acceder a servicios médicos públicos, según CONEVAL. A pesar de los discursos sobre cobertura universal, la distancia geográfica, los costos de transporte, la escasez de medicamentos y la concentración de hospitales en zonas urbanas dificultan el acceso real. Esta situación es más grave en áreas rurales y semiurbanas, donde la infraestructura médica es deficiente.

Diseño ineficiente y mortalidad hospitalaria

El sistema sanitario público se basa en la densidad poblacional más que en las necesidades epidemiológicas, lo que invisibiliza enfermedades endémicas y refuerza un modelo urbano-centrista. “La atención médica tendría que diseñarse en función de las características de la población, las enfermedades recurrentes por espacios sociales y la vinculación entre medicina hegemónica, medicina tradicional y métodos preventivos”, afirmó la investigadora. Datos del Observatorio Nacional de Inequidades en Salud (ONIS) muestran que en el Estado de México ocurren 95 muertes por cada mil egresos hospitalarios por demoras en la atención médica, revelando fallas críticas en el sistema.

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