Las tensiones por el acceso a minerales estratégicos entre Estados Unidos y China continúan escalando, convirtiendo estos recursos en un nuevo frente de confrontación dentro de su prolongada guerra comercial. El presidente Donald Trump acusó recientemente a China de incumplir el acuerdo firmado en Ginebra para reducir aranceles, generando preocupación sobre la estabilidad de la tregua.
Disputa por recursos vitales
Funcionarios estadounidenses señalan que China no ha cumplido con su compromiso de facilitar las exportaciones de minerales críticos necesarios para la electrónica avanzada. Según el subsecretario del Tesoro, Michael Faulkender, resolver este tema requiere una conversación directa entre los mandatarios de ambos países. La Casa Blanca confirmó que es “probable” una comunicación entre Trump y Xi Jinping en los próximos días.
Acciones unilaterales y represalias
Mientras Washington endurece sus restricciones tecnológicas –prohibiendo envíos de componentes para motores de aviones y limitando el acceso a software de diseño de chips–, China refuerza su control sobre minerales esenciales. Esta dinámica ha generado rechazo en Beijing, que acusó a Estados Unidos de erosionar el consenso logrado en Suiza.
Riesgos para la tregua comercial
El actual estancamiento podría reactivar aranceles superiores al 100% si no se logra una solución en los próximos 90 días. Aunque la economía estadounidense muestra signos de debilidad que podrían frenar a Trump de escalar el conflicto, expertos señalan que reemplazar a China como proveedor principal de minerales tomaría años, afectando sectores estratégicos como la defensa y la energía.
Dependencia global y estrategias alternativas
Con el 70% de la producción mundial de metales críticos, China mantiene una posición dominante. Empresas estadounidenses como Ford han enfrentado suspensiones de producción por la escasez de componentes. Washington intenta diversificar sus fuentes mediante acuerdos con Arabia Saudí y fortaleciendo la cooperación con Australia, aunque estos esfuerzos aún no ofrecen soluciones inmediatas.
Escenarios futuros y advertencias
Según analistas, el control chino sobre tierras raras representa una amenaza persistente para la seguridad económica global. Aunque Xi Jinping podría evitar medidas extremas por ahora, los expertos advierten que un aumento en las tensiones podría generar severos daños a las cadenas de suministro de defensa estadounidenses, particularmente si se restringe el acceso a tierras raras ligeras como el neodimio y el praseodimio.
“La influencia de China es más duradera que gran parte de la de Estados Unidos en este momento”, afirmó Cory Combs, director asociado de la consultora Trivium China.