La presencia de un tono anaranjado en el cielo europeo durante los primeros días de junio 2025 no se debe a la calima habitual proveniente del Sáhara, sino al humo originado por incendios forestales en Canadá. Esta alteración atmosférica se ha extendido desde las provincias de Saskatchewan, Manitoba y Ontario, donde los focos activos han generado pirocumulonimbus desde mediados de mayo.
Transporte transoceánico del humo
El Servicio de Vigilancia de la Atmósfera de Copernicus (CAMS) confirmó mediante observaciones satelitales que el humo ha cruzado el Atlántico, alcanzando el noroeste de Europa el 1 de junio. Los análisis de profundidad óptica de aerosoles muestran cómo una segunda columna más extensa se dirigió desde América del Norte hacia el Atlántico, con parte del penacho pasando por las Azores antes de recircular en el Atlántico Norte.
Impacto ambiental y humano
El fenómeno ha generado consecuencias tanto ambientales como sociales. Más de 25,000 personas han tenido que abandonar sus hogares en Canadá, mientras la calidad del aire se ha visto afectada localmente y en territorio estadounidense. Las emisiones de carbono asociadas a los incendios en Manitoba, Saskatchewan y Alberta han alcanzado niveles históricos, destacando Manitoba con 13 megatoneladas de carbono emitidas hasta el 2 de junio, triplicando el máximo registrado en el mismo periodo de 2023.
Pronósticos y continuidad del fenómeno
Según los modelos predictivos del CAMS, nuevas columnas de humo provenientes de Canadá continuarán llegando a Europa durante la primera semana de junio. La presencia de estas partículas en la atmósfera podría mantener el color anaranjado en ciertas regiones europeas, aunque sin representar riesgos para la salud pública en niveles significativos.