La historia que marcó a la televisión mexicana
El restaurante El Charco de las Ranas, escenario de un trágico suceso en 1999, sigue siendo un punto de reunión en la Ciudad de México. Este espacio, donde perdió la vida el popular conductor Paco Stanley, ha mantenido su presencia a pesar del paso del tiempo y la conmoción generada por aquel suceso.
El atentado que cambió el destino de un ícono
El 7 de junio de 1999, después de participar en la grabación de su programa en TV Azteca, el presentador acudió a desayunar en compañía de colegas al mencionado establecimiento ubicado en Periférico Sur. Mientras uno de sus acompañantes se ausentaba en el baño, un grupo de atacantes irrumpió en el lugar disparando a quemarropa. El conductor falleció de inmediato tras recibir más de 30 impactos de bala. Una persona más perdió la vida por bala perdida y tres individuos resultaron heridos.
La evolución del lugar y su legado culinario
Actualmente, el sitio continúa operando con su característico toldo a rayas amarillas, naranjas y cafés, conservando las mesas anaranjadas que lo hicieron famoso. Aunque el establecimiento ha expandido su presencia con nuevas sucursales, el original sigue siendo el más reconocido. Su carta incluye opciones típicas de la gastronomía mexicana como tacos al pastor, chicharrón en salsa verde, chilaquiles y pozoles. Se comenta que el presentador solía disfrutar carne en chile pasilla con frijoles y totopos, acompañada de agua de tamarindo.
La investigación y sus pendientes
Las autoridades inicialmente detuvieron a varios involucrados, incluyendo a Mario Bezares, Paola Durante y otros colaboradores, basándose en declaraciones de un testigo ligado al Cártel de Colima. Sin embargo, las acusaciones no prosperaron por presuntas irregularidades en el proceso, lo que llevó a la liberación de los señalados. Aunque surgieron rumores sobre posibles conexiones del presentador con figuras del narcotráfico, estas versiones nunca fueron comprobadas.
Los sobrevivientes y su vida posterior
El periodista Jorge Gil resultó herido durante el atentado, mientras que Mario Bezares, quien salió con vida al encontrarse en el baño en el momento del tiroteo, fue absuelto en 2001. Años después, el excolaborador de Stanley regresó a los medios y participó en programas de televisión y obras teatrales. En 2024 se coronó ganador de un reality show y reanudó su relación laboral con una importante cadena televisiva.
El legado familiar y la búsqueda de justicia
Los hijos del fallecido conductor han preferido mantenerse alejados de los reflectores. Paul Stanley, quien también trabaja en la industria televisiva, ha expresado públicamente su deseo de que la memoria de su padre se asocie más con su vida y obra que con la tragedia. La familia ha rechazado participar en producciones audiovisuales sobre el caso, priorizando el respeto a su recuerdo.