Política

Obispo de Zacatecas exhorta a la reconciliación y unidad en Pentecostés

Reflexión en el tiempo litúrgico

En el contexto de la conmemoración de Pentecostés, el prelado de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, compartió una enseñanza sobre el significado espiritual de esta celebración. Durante una ceremonia en la Catedral Basílica, destacó la importancia de mantener la cohesión, el entendimiento, el coraje y la reconciliación como aspectos esenciales para la vida colectiva.

Origen de la Iglesia y transformación espiritual

El jerarca católico explicó que este evento religioso simboliza el fin del periodo pascual y el comienzo de lo que se conoce como “tiempo de la Iglesia”. Recordó que conmemora la llegada del Espíritu Santo a los seguidores de Jesús, representando el nacimiento formal de la institución eclesiástica.

En su discurso, Noriega Barceló mencionó las narraciones bíblicas que sitúan este fenómeno en dos momentos distintos: el mismo día de la resurrección según el Evangelio de Juan, y cincuenta días después según el libro de los Hechos. En ambos casos, el enfoque está en el cambio experimentado por los discípulos, pasando del aislamiento al anuncio activo de sus creencias.

Transformaciones recientes en la jerarquía

El obispo también hizo referencia a los cambios recientes en la estructura eclesial, mencionando la despedida del Papa Francisco durante la celebración de Pascua y la posterior elección del nuevo pontífice, León XIV, el 8 de mayo. Para él, estos eventos son parte de una dirección espiritual divina que garantiza la continuidad del trabajo pastoral.

Actitudes para la vida contemporánea

En el cuerpo principal de su mensaje, el prelado invitó a los fieles a examinar su trayectoria personal y familiar durante el periodo pascual. Planteó tres principios fundamentales: la sabiduría para discernir valores reales frente a engaños, el coraje para superar límites personales y confiar en lo divino, y la reconciliación como base para construir relaciones sanas.

“El corazón se educa y se forma en la familia. No perdamos tiempo. La vida es breve”, afirmó el obispo durante su reflexión. Cerró su discurso pidiendo por una vivencia activa de la fe y reafirmando que la armonía no requiere pensamiento uniforme, pero sí un fundamento común en la figura de Cristo.

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