Operativos identifican práctica ilegal en servicios para animales
En Irapuato, Gerardo Martínez Franco, encargado del Centro de Atención Animal (Cani), reveló que cuatro personas ejercen actividades veterinarias sin contar con título profesional ni cédula, situación que representa riesgos para la salud de las mascotas. El funcionario destacó que esta conducta constituye un delito federal.
Profesionales alertan sobre consecuencias graves
Según las investigaciones, los individuos provienen principalmente de centros de estética o farmacias veterinarias, donde sin tener estudios formales, realizan consultas, aplican medicamentos y administran vacunas. “Hemos encontrado carnets de vacunación para perros con vacunas de gatos”, aseguró Martínez Franco, quien también advirtió sobre el uso inadecuado de desparasitantes en razas con problemas metabólicos.
Costos aparentemente accesibles generan confianza falsa
El director del Cani explicó que muchos ciudadanos acuden a estos servicios por su bajo costo, especialmente quienes rescatan animales en situación de abandono. “Muchos dicen: ‘Me cobra barato y es muy bueno’, pero no es que sea bueno, a lo mejor le atinó. El perro o el gato pudo haberse recuperado por sí solo”, comentó, destacando que sin diagnóstico profesional, pueden surgir complicaciones posteriores.
Medidas preventivas y profesionalización del sector
Ante esta situación, se implementarán estrategias para combatir el problema, incluyendo la creación de una ventanilla de enlace con veterinarios certificados para brindar asesoría y segundas opiniones. El funcionario insistió en la importancia de verificar la cédula profesional de los proveedores de servicios veterinarios, disponible en el Registro Nacional de Profesiones.
Responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanos
El Cani ya realizó acercamientos con los involucrados para que cesen su actividad médica sin formación adecuada. “Si tienen una estética, que se limiten a eso. Si venden alimento, que lo hagan. Pero si quieren operar como clínica, deben contratar a un médico veterinario”, sentenció Gerardo Martínez, quien reiteró que la ciudadanía tiene la responsabilidad de denunciar ante Ministerio Público o Cofepris para frenar esta práctica riesgosa.