La madrugada de este jueves ha sido escenario de un operativo militar israelí que movilizó aproximadamente 200 aeronaves de combate. El ataque se dirigió contra un centenar de instalaciones en Irán, específicamente vinculadas a sus capacidades nucleares, según fuentes oficiales del país hebreo.
El propósito declarado de esta acción es impedir que Irán avance en su desarrollo de armamento atómico, medida que Tel Aviv considera una amenaza inminente para su seguridad nacional. Las autoridades israelíes han señalado que el ataque forma parte de una estrategia preventiva para neutralizar posibles riesgos futuros.
Operativo coordinado contra infraestructura nuclear
El operativo, uno de los más grandes en la historia reciente del país, implicó la participación de múltiples escuadrones aéreos. Según reportes preliminares, los objetivos principales se concentraron en instalaciones que, de acuerdo con inteligencia israelí, están relacionadas con el programa nuclear iraní.
El ataque, que se prolongó durante varias horas, generó alerta en la región y podría tener implicaciones diplomáticas significativas. Hasta el momento, no se han reportado víctimas civiles ni daños colaterales importantes, aunque las autoridades continúan evaluando los efectos del bombardeo.
