Confirmación del movimiento de tropas
El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha autorizado el envío de un contingente de 700 militares hacia tres entidades federativas del país. Según comunicado del Departamento de Defensa, estas fuerzas se distribuirán en Florida, Louisiana y Texas con objetivos específicos relacionados con operaciones migratorias.
Funciones asignadas a las tropas
Las autoridades federales explicaron que los soldados colaborarán con personal del Servicio de Control de Migración y Aduanas (ICE) en tareas administrativas, particularmente en el “procesamiento de migrantes indocumentados en centros de detención”. A diferencia de operativos anteriores, esta acción no incluye labores de control de multitudes ni intervención en disturbios civiles.
Contexto político y legal
La elección de estos estados no es casual: todos cuentan con gobiernos encabezados por representantes del partido republicano. Esto contrasta con la situación enfrentada en California, donde el gobernador Gavin Newsom presentó una demanda contra la administración federal por “abuso de poder” durante un operativo similar con la Guardia Nacional. Aunque un tribunal ordenó devolver el control de dicha corporación al gobierno estatal, la decisión se encuentra apelada y actualmente permanece vigente el mando federal.
Políticas migratorias intensificadas
La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, ha reforzado públicamente estas acciones mediante redes sociales, instando a migrantes sin documentos a abandonar el país voluntariamente con ofrecimientos económicos. “¡SALGAN YA! El contribuyente estadounidense ofrece generosamente a quienes se encuentran en el país sin autorización $1,000 (dólares) y un vuelo gratis a casa… Si no te vas ahora, te encontraremos, te arrestaremos y te deportaremos”, indicó en una publicación oficial.
Reacciones y controversias
Las acciones migratorias se intensifican en medio de protestas en ciudades como Los Ángeles, donde autoridades locales reportan operativos con participación de marines y agentes federales. La funcionaria Kristi Noem justificó estas medidas afirmando que “esto va a continuar y aumentar hasta que tengamos paz en las calles de Los Ángeles”. La tensión escaló durante una rueda de prensa cuando fue expulsado el senador demócrata Alex Padilla por intentar intervenir, situación que generó críticas de sectores opositores.