El mandatario estadounidense, Donald Trump, ha emitido una declaración enérgica respecto a la necesidad de mantener bajos los precios del petróleo tras los ataques aéreos llevados a cabo contra instalaciones nucleares en Irán. En una comunicación a través de su red social Truth Social, el presidente advirtió que un incremento en los costos energéticos podría beneficiar a las fuerzas contrarias durante el actual periodo de tensión geopolítica.
Estrategia energética en contexto de conflicto
El mensaje del presidente, aunque generalizado, fue visto como una forma de presionar a las compañías energéticas del país. En publicaciones posteriores, Trump reforzó su posición con un mensaje dirigido al Departamento de Energía:
¡PERFORA, BEBÉ, PERFORA! ¡¡¡Y lo digo AHORA!!!
Es relevante señalar que en el sistema estadounidense, las decisiones sobre exploración y extracción de petróleo son responsabilidad de empresas privadas, no del gobierno federal. La vocera oficial de la Casa Blanca, Harrison Fields, respaldó públicamente la posición presidencial, afirmando que los productores deben mantener precios accesibles como parte de la política nacional ante la incertidumbre internacional.
Respuesta de los mercados financieros
Aunque los mercados inicialmente mostraron cierta volatilidad, con el petróleo Brent superando los 81 dólares por barril y el WTI alcanzando niveles no vistos desde enero, ambos retrocedieron tras las declaraciones oficiales. Al finalizar la jornada del lunes, el WTI se situó en 73.09 dólares (bajando 1.02%), mientras que el Brent cerró en 76.28 dólares (descenso de 0.95%).
Según el analista Ross Mayfield de Baird, los mercados petroleros se encuentran en una fase de observación, evaluando la posibilidad de una reacción por parte de Irán. La percepción general entre inversores es que los conflictos en Oriente Medio suelen generar efectos temporales en los precios del crudo, lo que explica la estabilización observada.
Estabilidad relativa en medio de la tensión
Los principales indicadores bursátiles estadounidenses (Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq) registraron aumentos, indicando que los mercados financieros no perciben riesgos inmediatos significativos derivados de la situación con Irán. Además, el flujo continuo de embarques petroleros desde Oriente Medio ha ayudado a mitigar preocupaciones sobre una posible crisis de suministro.