Un enfoque revolucionario para disfrutar el ejercicio físico
Una técnica psicológica avalada por especialistas puede cambiar radicalmente cómo percibimos la actividad física, haciéndola más atractiva y sostenible en el tiempo. El psicólogo David Rock, en colaboración con publicaciones especializadas, ha desarrollado un método basado en recompensas inmediatas y asociaciones positivas.
El reto mental del deporte
Para muchas personas, la sola idea de hacer ejercicio desencadena resistencia mental. Según análisis de expertos, el cerebro interpreta el esfuerzo físico como un gasto energético innecesario, generando pensamientos negativos que dificultan la constancia. Como explica Rock:
“No es algo que queramos hacer, por eso es muy fácil distraerse. Esta distracción suele ocurrir incluso antes de que nos demos cuenta”
.
La clave: gratificaciones inmediatas
El cerebro humano está programado para priorizar beneficios inmediatos sobre recompensas a largo plazo. Por ello, el método propone asociar el ejercicio con beneficios tangibles y presentes.
“Mi estrategia es vincular el ejercicio con mi trabajo, ya que me encanta. Nadar o correr desbloquea mis ideas. Así que lo relaciono con algo que ya considero valioso, lo que me hace sentir recompensado”
, comparte el experto.
Preparación esencial para evitar frustraciones
Un aspecto crucial del enfoque es la preparación adecuada. Saltarse pasos básicos como el calentamiento o ignorar el nivel físico personal puede generar experiencias negativas. Como advierte Rock:
“Si corres un maratón sin haber entrenado, tu cerebro pensará que fue la peor experiencia de tu vida, y hará lo posible para que no la repitas”
.
Estrategias complementarias para la constancia
Además del método principal, se recomiendan otras técnicas para mantener la motivación:
- Rifa de recompensas: elegir al azar una de cinco opciones deseadas tras cada sesión
- Establecer micrometas alcanzables, como caminar diez minutos en lugar de objetivos más ambiciosos
- Identificar una razón personal clara para ejercitarse, ya sea por salud o bienestar emocional
Construyendo hábitos sostenibles
Al integrar recompensas inmediatas, preparación adecuada y un propósito claro, cualquier persona puede transformar el ejercicio en una práctica gratificante. Este enfoque permite asociar el esfuerzo físico con beneficios personales y tangibles, facilitando su conversión en hábito duradero.